Vuelve el Swift: del tequila al sushi
Vuelve al mercado el Suzuki Swift, ya no importado de México sino directo del país que lo vió nacer: Japón.
El Suzuki Swift nunca fue un vehículo muy popular en nuestro país. Siempre perdió frente a rivales de segmento regionales principalmente por precio, costos de matenimiento y a veces, disponibilidad de repuestos.
A pesar de esto es díficil encontrar opiniones negativas de los que han manejado y/o poseído una de estas máquinas ya que suple sus falencias con excelente calidad de materiales, repuestos altamente durables, confort de marcha, y presentación interior, exterior y motriz con la típica prolijidad y practicidad japonesa (quizás los japoneses son los últimos que siguen fabricando autos pensando que en algún momento va a haber que repararlos).
Ahora el Swift llega con la misma plataforma que la generación anterior pero con mayores dimensiones tanto interiores como de carrocería y baúl, pasando de ser un "grandecito" del segmento A a luchar plenamente en el segmento B.
Aquel Swift mexicano fue criticado por el pequeño tamaño del baúl y su bajo despeje al piso, que dicho sea de paso, tampoco es que venía "planchado" sino que era un tanto incompatible con nuestras desastrosas calles, rutas y caminos.
Ahora bien, este nuevo Swift llega con la misma plataforma que el anterior, pero más grande de carrocería, baúl, espacio interior y despeje al piso. Pasó de ser un "grandecito" del segmento A, a luchar plenamente en el segmento B.
El pequeño Swift es empujado por un naftero 4 cilindros, 16 válvulas de 1.4 Litros de cilindrada, que genera 95 caballos y 13,2 Kgm de torque gracias al sistema de distribuciòn variable VVT.
Se volvió un poco más extenso que su predecesor alcanzando los 3,85 metros de largo y el baúl se estiró hasta los 210 litros. A pesar de ser màs grande, su peso no creció gracias a un mejor desarrollo de la plataforma y de la carrocería.
El precio por este japonés (o JDM como se le llama a los autos japoneses en la jerga) ronda los $255.000 con una garantía de 3 años o 100.000 km.
El equipamiento de la única versión consta de:
Airbags frontales (conductor y acompañante) Airbags laterales (incorporado a los asientos delanteros) Airbags de cortina (delanteros y traseros) Cinturones de seguridad de tres puntos (5) Anclajes ISOFIX para sillas de niños (x2) ABS con sistema de distribución electrónica (EBD) y asistencia en frenado (BA) Luces diurnas con tecnología LED (DRL) Tercera luz de freno de LED Inmobilizador de motor Levantacristales eléctricos delanteros y traseros Cierre centralizado de puertas a distancia Apertura interna de tapa de tanque combustible Botón de encendido electrónico Climatizador automático Control de velocidad crucero Audio con CD/MP3/Bluetooth/USB Toma de 12V Asientos traseros rebatibles 60/40 Columna de dirección colapsable y con regulación en altura y profundidad Volante multifunción tapizado en cuero y con comandos de audio, control de crucero y Bluetooth Computadora de a bordo Alarma de encendido de luces Alarma de cinturon de seguridad Faros antiniebla delanteros Espejos exteriores en color carrocería y con regulación eléctrica Manijas exteriores del color de la carrocería Apertura eléctrica de portón trasero
La única crítica al equipamiento es la ausencia de ESP o control de estabilidad.
Por tamaño es un auto caro, pero sin dudas un vehículo divertido y ágil. Por el mismo precio se pueden conseguir vehìculos màs grandes y más "cómodos" (dependiendo de lo que eso signifique para cada uno) pero también más aburridos y lentos (de nuevo, dependiendo de lo que eso signifique para cada uno).
Más allá del precio festejo que tengamos la opción de poder tener un verdadero auto japonés en nuestras calles, quizás algunos fabricantes regionales aprendan algo sobre cómo armar un auto durable con esto.
