Performance vs Durabilidad

Si hay algo que limita a la menta humana y su relación con los autos, es una dicotomía que heredamos casi desde que se inventaron los coches. ¿Qué prefiero, un auto potente o un auto durable?

Por naturaleza queremos las 2 cosas, pero no siempre se puede elegir. Cuando salió el Fiat 128 IAVA potenciado hasta los 102 caballos, salía sin garantía de fábrica. Fiat no se hacía cargo por lo que le sucedía al auto debido a que en ese momento esa una potencia descomunal para ese motor y ese peso de carrocería.

Por otra parte, todos tenemos algún conocido que potenció el auto y poco fue lo que le duró la alegría antes de romperse algo.

Por estas razones, en el inconsciente colectivo tenemos grabado una frase a fuego: para que un motor sea durable, tiene que ser lento, aburrido, simple, con la menor cantidad de partes posibles y que trabaje con el menor esfuerzo posible.

Por mera lógica todos estos factores son característicos de motores longevos, pero no son determinantes. Fuera de la ecuación anterior quedan los materiales usados, la puesta a punto, uso racional de ese motor, el combustible usado, la lubricación y demás.

Los motores de "alta" performance por otra parte suelen ser multiválvulas, biárbol, con altas relaciones de compresión, y con regímenes de trabajo más estables. Aplicando la lógica anterior esta es la combinación perfecta para el desastre, para la poca confiabilidad.

Dejame decirte un pequeño secreto: durabilidad y perfomance pueden coexistir.

Sino decime como es posible ver un Honda Civic 95 con mas de 300.000 km sin consumir prácticamente nada de aceite. Lo mismo con los mas viejos Toyota Corolla y Corona o Ford Mondeo. Todos son motores multiválvulas y pensados para desarrollar buenas potencias a casi cualquier régimen. Sin ir tan atrás en el tiempo tenemos el motor 1.8T del grupo VAG que también resulta altamente durable si está bien cuidado y tiene turbo.

Creer que la performance es inversamente proporcional a la vida útil de un motor fue una verdad en el jurásico automotriz, hoy hay numerosas evidencias de que se puede lograr ambas cosas.

Sin embargo, con el mito instalado, todo se hace cuesta arriba, sobretodo cuando empezamos a preguntar a los que "saben"que son meros repetidores de estos mitos, y cuando el marketing nos quiere vender piezas que deberían estar en el museo más que en la concesionaria.

Cuando te digan que todo no se puede, deciles que en el auto sí.